Árboles Ciudadanos es un proyecto original de la compañía Organismo Teatro, y consta de una experiencia audio recorrido, en donde la ciudadanía, a través de una app web, podrá escuchar el sonido y la historia de los árboles más antiguos y patrimoniales de nuestro entorno. La iniciativa es de carácter transdisciplinar, puesto que mezcla el arte sonoro, teatro, arboricultura y tecnología, tratándose de una iniciativa que se inscribe dentro de los nuevos medios.
Trabajamos con los árboles que habitan en las ciudades, tratando de reivindicarles, de darles voz entre el cemento, entre las alborotadas ciudades implacables. Alguien, en algún momento, decidió brotarlos allí, por lo que escuchar a los árboles de las ciudades es también escuchar a quienes en algún momento decidieron plantarlos allí. Árboles Ciudadanos, es también recordar, a través del sonido, a la historia haciendo algo por los árboles de nuestras ciudades y a los mismos árboles, haciendo algo por aquellas sociedades.
Nuestro proyecto ya ha concretado tres versiones; una primera ha sido desarrollada en El Bosque (2023), una de las comunas con menor cantidad de árboles de la Región Metropolitana. Una segunda, en Parque Forestal de Santiago (2024), trabajando con las especies más longevas y patrimoniales del territorio. Y una tercera, en el Parque Quinta Normal de Santiago (2025), articulando un trabajo con los padres y abuelos de muchos otros árboles de la comuna de Santiago de Chile y, en consecuencia, los más longevos de la Región Metropolitana. Dichas versiones, han logrado posicionarse contundentemente en la ciudadanía, concretando un importante impacto positivo en las comunidades.
En cada versión, desarrollamos un vasto trabajo de investigación, que busca principalmente rescatar las huellas de cada árbol, bajo la idea de los árboles como testigos y parte de la memoria histórica de nuestra sociedad.
Primeramente, articulamos un trabajo de arboricultura, en donde, a partir de un proceso de exploración y auscultamiento de las especies presentes en cada territorio, seleccionamos las comunidades arbóreas que formarán parte de cada experiencia de audio recorrido.
Asimismo, desplegamos un trabajo por sobre el concepto de “huella”, registrando cada antecedente que nos pueda compartir cada árbol, articulando una especie de cartografía del trayecto de vida de cada una de las especies.
“Los árboles son tiempo hecho visible, en sus hábitos y troncos es posible revisitar la historia de las sociedades”.
Luego, realizamos un levantamiento de antecedentes históricos de cada territorio a intervenir, quedando todo ello documentado en una serie de fichas botánicas que servirán de soporte para el proceso creativo posterior.
Posteriormente, registramos los estímulos eléctricos de cada árbol ciudadano seleccionado, para luego, a través de un proceso de sonificación, producir el sonido/voz de cada árbol.
Más adelante, nos encargamos de crear una serie de relatos en formato de cuento, referenciados en cada especie arbórea; inspirándonos en las voces, los antecedentes históricos y las huellas de cada especie, los cuales más adelante serán interpretados por distintos ciudadanos y ciudadanas.
“Buscamos producir el sonido de los árboles de nuestra sociedad, que sean ellos mismos los protagonistas; los encargados de contarnos su propia historia”.
Finalmente, ensamblamos cada audio relato, en el que confluirán dos universos; por una parte, la voz vegetal y, por otra, la voz humana, en una especie de diálogo interdimensional.
Aquellas voces humanas puestas al servicio podrían llegar a ser una buena herramienta para encontrar diálogos posibles con lo vegetal, con los árboles de nuestra sociedad, con los árboles ciudadanos.
“Un viejo alcornoque del Parque Quinta Normal dice: “No puedo entenderles. ¿Qué querrán decir? ¿Cuánto falta para entendernos? Ojalá los árboles podamos tener ese privilegio, el de las palabras, para jugar junto a ustedes, liberándolas, soltándolas al aire y viéndolas desvanecerse en las frías tardes de invierno”.
¿Qué es Árboles Ciudadanos?
Muchas veces solemos decir que se trata de una experiencia auditiva, teatral, en donde podrán escuchar el sonido y las historias de los árboles de nuestro entorno.
Sí, es cierto.
Pero también, Árboles Ciudadanos es una invitación a ponerle oreja a los árboles de nuestra sociedad.
Ponerle oreja a un árbol es también hacernos cargo precisamente de aquello, de ponerle oreja a nuestras raíces, a nuestra historia, a nuestra memoria.
¿Qué son los árboles si no más que todo aquello?
Escuchar a un árbol es obligarnos a ser increpados por el árbol mismo.
¿Cuántas raíces no hemos querido cortar, cuánta historia no hemos querido quemar, cuánta memoria no hemos querido olvidar?
Bien sabemos que cuando se corta un árbol, toda la historia queda tumbada en el piso.
Bien sabemos que cuando se seca un árbol, toda la memoria queda en el olvido.
Bien sabemos que cuando se quema un árbol, todas nuestras raíces, quedan convertidas en cenizas.
Las cenizas. El fuego.
Al parecer resulta lamentablemente difícil no hablar de fuego cuando hablamos de árboles.
Pero también es cierto que el fuego obliga a imaginar, a soñar en que algún día los fuegos de todos los árboles lograrán extinguirse por completo. A veces por el fuego todos podemos ser otras, otros.
¿Quién dijo que los árboles le tenían miedo al fuego?
¿Acaso han visto alguna vez a un árbol escapar de las llamas?
No es la fuerza del fuego la que ruge. Es el árbol el que ruge cuando se incendia.
Un árbol sabe que, por acá, en esta angosta franja de tierra, se vive siempre cerca del fuego. Tarde o temprano, todo podría terminar quemándose. Los árboles terminan perdiéndole el miedo a las brasas. Aprenden a brotar con el fuego. Pues por más que no las veamos, aquí siempre quedan las cenizas que el viento en algún momento terminará avivando. No sé por qué, pero al parecer, y por lo visto, en esta tierra siempre ha habido más brasas que raíces. Aquí los fuegos nunca se extinguen.
Si los árboles son historia. Acá la historia termina haciéndose humo.
Quizás ese sea el inexorable sino de un árbol chileno: vivir siempre ante la inminencia de las llamas.
Quizás ese sea el inexorable sino de los árboles de todo el mundo.
¿Acaso deben acabarse los árboles para que se acabe el fuego?
¿En qué momento bajamos de los árboles para convertirlos en fogatas?
Escuchar a un árbol podría ser también escuchar el rugido del fuego abrasador de la historia, demandándonos apagar todas las llamas.
Pero siempre queda una esperanza para los árboles, porque sabemos que después del fuego, todo florece. Como los árboles ciudadanos de todos los territorios.
En cada una de las versiones articulamos un proceso de recorridos guiados y mediaciones con distintas comunidades.
En El Bosque desplegamos una serie de recorridos guiados con vecinos y vecinas, como también estudiantes provenientes de establecimientos educacionales con alto índice de vulnerabilidad de la comuna.
Asimismo, articulamos una instancia de recorridos mediados con usuarios en situación de discapacidad visual, convocados por Fundación Luz.
En Parque Forestal, invitamos a adultos mayores, apoyados por Servicio Nacional del Adulto Mayor y CEDIAM. Asimismo, en colaboración con el Museo Nacional de Bellas Artes; articulamos una serie de mediaciones con niñeces y público general.
De igual manera, apoyados por Fundación Luz, desarrollamos instancias con población ciega.
Por último, en Quinta Normal, con la colaboración con el Museo de la Memoria y los DD.HH, invitamos a audiencias del mismo museo y a equipos provenientes de los distintos sitios de memoria de la RM, articulando instancias de recorrido en base a los conceptos: memoria, DD.HH y naturaleza.
Del mismo modo, desarrollamos recorridos junto a estudiantes provenientes de liceos emblemáticos de la comuna de Santiago, vecinos del Barrio Yungay y población migrante.
Asimismo, por tercera vez, convocamos a usuarios ciegos con Fundación Luz.
En cada una de las versiones hemos articulado un proceso de recorridos guiados y mediaciones con distintas comunidades.
En “El Bosque” desplegamos una serie de recorridos guiados con vecinos y vecinas, como también estudiantes provenientes de establecimientos educacionales con alto índice de vulnerabilidad de la comuna.
Asimismo, articulamos una instancia de recorridos mediados con usuarios en situación de discapacidad visual, convocados por Fundación Luz.
En “Parque Forestal”, invitamos a adultos mayores, apoyados por el Servicio Nacional del Adulto Mayor y CEDIAM. Asimismo, en colaboración con el Museo Nacional de Bellas Artes, articulamos una serie de mediaciones con niñeces y público general.
De igual manera, apoyados por Fundación Luz, desarrollamos instancias con población en situación de discapacidad visual.
Por último, en “Quinta Normal”, en colaboración con el Museo de la Memoria y los DD.HH, invitamos a audiencias del mismo museo y a equipos provenientes de los distintos sitios de memoria de la RM, articulando instancias de recorrido en base a los conceptos: memoria, DD.HH y naturaleza.
Del mismo modo, desarrollamos recorridos guiados junto a ciudadanía general, estudiantes provenientes de liceos emblemáticos de la comuna de Santiago, vecinos del Barrio Yungay, población migrante y usuarios ciegos, con Fundación Luz.
Nuestra intención es acercar sensiblemente nuestros procesos creativos a las comunidades, dosificando asimismo tópicos y conceptos provenientes de las distintas disciplinas implicadas en la creación de nuestro proyecto: arboricultura, ecología, arte sonoro, literatura y filosofía. De esta manera, abrir espacios de diálogo, debate y reflexión ciudadana en torno a estrategias de arte público, vinculadas al trabajo con el medio ambiente y al mismo tiempo estimular el interés con respecto al ejercicio artístico transdisciplinar y su contribución sustancial al cuidado y protección de los ecosistemas.
Cada una de nuestras versiones conlleva un despliegue de distintos mecanismos que nos han permitido concretar un positivo y contundente impacto con la ciudadanía.
Por una parte, articulamos un plan de gestión de prensa con periodistas especializados en cultura y medio ambiente, posicionando cada versión en medios de cobertura local y nacional.
De igual forma, hemos trabajado en base a alianzas estratégicas con distintas organizaciones, ya sean gubernamentales, municipales, medioambientales, culturales, etc. Además de fundaciones u organismos vinculados a nuestras líneas de trabajo, desplegando colaboraciones conjuntas que nos han permitido robustecer el impacto y difusión de cada iniciativa.
Por otra parte, hemos trabajado en cada territorio con organizaciones territoriales, barriales, con vecinas y vecinos, involucrándoles en el proceso creativo y de gestión en cuanto al levantamiento de cada iniciativa. De esta manera hemos contribuido a la participación activa de las comunidades en procesos artísticos vinculados al arte público, fortaleciendo asimismo la relación entre las personas con su propio entorno, contribuyendo al sentido de pertenencia de estas con sus patrimonios naturales y a la resignificación de sus propios espacios cotidianos.
Desde su implementación, Árboles Ciudadanos ha sido visitado por una gran diversidad de públicos que, en conjunto, superan las 9.000 audiencias registradas. En “El Bosque”, logramos concretar más de 3.300 audiencias; estudiantes de colegios con alta vulnerabilidad, personas con discapacidad visual, vecinos y vecinas del sector, además de ciudadanía general.
En “Parque Forestal”, alcanzamos alrededor de 4.059 auditorías, destacando la participación de adultos mayores, niños, niñas, estudiantes, personas con discapacidad visual y público general.
Finalmente, para “Quinta Normal”, estimamos convocar a más de 5.000 audiencias, incluyendo comunidades educativas, ciudadanía diversa, personas con discapacidad visual y públicos convocados en colaboración con el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Estos datos han sido registrados a través de herramientas propias de cada aplicación, permitiéndonos llevar un seguimiento del impacto territorial de cada versión.
Además, nuestros audio recorridos siguen desplegados en los territorios de manera permanente, disponibles para quienes quieran escucharlos hoy o más adelante.
Esperamos que aquellos árboles que habitan cada territorio sigan allí por siempre, enarbolandose firmes y siendo testigos de la historia de su propia comunidad. Que nunca sean abatidos por la ciudad implacable. Esperamos que Árboles Ciudadanos no se transforme en un simple acto de memoria de lo que alguna vez allí existió.